Mis arreos son las armas,
mi descanso es pelear,
mi cama las duras peñas,
mi dormir siempre velar.
mi descanso es pelear,
mi cama las duras peñas,
mi dormir siempre velar.
Anónimo. ( a Kisco, y su constancia tableril)
ETÍLICOS VS F.A.R.S.O.S ( farandula andaluza de recauchutados de salazones y orondos soplanucas )
- ¡Trata de arrancarlo, Chewacca por Dios, trata de arrancarlo!- el monstruo peludo miraba el motor del spider mientras rugía ardientemente. La cuarta luna de Endor se ensombrecía, vaporosa ante la llegada fulgurante de la estrella de la muerte y el capitan Kirk, ya convenientemente vestido de Romuliano....
- ¡Trata de arrancarlo, Chewacca por Dios, trata de arrancarlo!- el monstruo peludo miraba el motor del spider mientras rugía ardientemente. La cuarta luna de Endor se ensombrecía, vaporosa ante la llegada fulgurante de la estrella de la muerte y el capitan Kirk, ya convenientemente vestido de Romuliano....
RINGGGGGGGGGGGGGGGGGGGG!!!!! - las 9:00 AM . Me levanto como puedo de la cama hasta rodar convenientemente hasta la mesa del salón, donde quedó preparada la ropa del partido. Mientras me quito una legaña que podía ser tranquilamente la peineta del último concierto de la Martirio, suena el teléfono. Dani- espolón power- me envía un mensaje en el que dice que no tiene cuerpo para el partido, que está muerto ( miente, los muertos no tienen whats app) y adereza la proclama con una bonita foto donde aparece el susodicho, la reina de los alineadores de luz, vamos su novia, su hermana – la de la novia- y el tío Sam que salía en los anuncios de la segunda guerra mundial, todos correspondientemente tajados, haciendo gala del nombre de nuestro equipo y, supongo que a esas horas de la noche en las que es tan complicado pillar un taxi como acertar a ver a Obama vestido de lagarterana. De momento ya tenemos dos bajas, Dani, el pivot titular, pese a que cuando corre mete las orejas en los charcos, y de Franco, todavía convaleciente de esa habilidad que tiene de subirse el gemelo a la espalda y parecer un dromedario moruno.
Arranco el coche y pongo rumbo a Alderaan... estooo, al pabellón Mar del Plata, una bonita cancha que está a tomar por culo de donde vivimos, donde en el espacio donde caben dos campos de baloncesto, han metido cuatro, junto a otro de futbito y otro de balonmano ( ese juego en el que solo participan dislexicos bipolares, baloncestitas canorros fracasados y pulpos albinos de granja ) y cuyas franjas del suelo hacen mas sencillo descifrar los jeroglíficos egipcios sin la piedra de Rosetta que saber cual es la linea de banda. Por no decir que el tamaño de la cancha es pequeño, minúsculo, enano, tanto que si lanzas un tiro libre te lo apuntan como triple, tanto que un operario del ayuntamiento grapa a la pared a los componentes del banquillo porque no caben sillas y, lo que es peor, cada vez que te despistas o estornudas, resulta que levantas la cabeza y ya no estás en el pabellón, sino en el bar de enfrente mientras el camarero te pone una caña, sonriente.
Aparco el coche donde puedo, porque los aparcamientos son equivalentes al tamaño de la pista- para micromachines- y veo divisar un coche que conduce Javi- pagaré lo que consumo, pero hoy no, mañaaaaaaaaaaana- y de copiloto a Jose, que había dejado en el asiento de atrás a sus dolores. Me saludan y, como puedo, acierto a señalar el bar y decir.- café.-
después del café y un donut- hacer constar que dejé el agujero del mismo como propina para el camarero- entro en el pabellón y compruebo que solo cuatro jugadores de nuestro equipo calientan entrando a canasta. Fran, un chico que solo puede jugar los domingos- es judío y los sabados los dedica a rezar la torá en hebreo y a sacrificar corderos- y que, como casi siempre jugamos los sábados, pues como que esta temporada ha pintado mas bien poco. Diego, que estaba enfrascado en la circuitería eléctrica de su armadura de Robocop, indispensable para jugar y no desmontarse a la vez, los susodichos Javi- Oh, un biombo- y Jose- me duele y sufro en silencio- junto a un servidor, eramos los suficientes para jugar, si consideramos jugar el arrastrarse por la cancha mientras el contrario abusa vilmente de nuestra moral, ya etérea y caduca.
Al rato aparecen Ramos, el último fichaje del equipo y que poco a poco se está aclimatando a jugar y no vomitar a la vez, Kisco- no tengo canas, es que despinto- y Clemente- tengo el pecho de lata y el corazón de oro- nos faltaban elementos importantes como Sergio, el único jugador del equipo que sabe a que huelen las nubes porque le llegan a la altura de los cojones, a Luisma, baja en este partido por hacer de testigo en un juicio intergaláctico mas allá del cinturón de Orión, y a Popi, que por el mero hecho de haber luna llena en el día de ayer, hoy estaría vagando por los bosques perdidos de la Galicia profunda, mientras aulla al viento, resopla y ruge mientras atrapa su enésima presa y el eco, discreto, le hace los coros a sus gruñidos. Que luego, ya en casa, he supuesto que el nombre del pabellón, MAR DEL PLATA, es anatema mortal para los hombres lobos, quizás por eso jugó el último partido aquí envuelto en celofán. En fin, leyendas de pueblos. infamias escritas. Mierda de pais.
El arbitro, un tipo super agradable, ecuánime, discreto y consecuente, por no decir que apuesto y atractivo hasta para un heterosexual como yo ( que nos arbitra otra vez el Jueves y lo mismo lee la crónica, coño, que hay que decirlo todo) pita tres minutos y Javi- no a todo- da el quinteto. Por el equipo contrario, F.A.R.S.O.S ( federación ariocooperativa de rodapies, somieres y orfebrería siliconada) puede repetir jugadores hasta el hastío- cuento como diez tipos, casi todos calvos y rapados al cero, con un buen tiro exterior que no ejecutarían en el partido y con muchas ganas de jugar baloncesto.
Antes de comenzar el partido, somos claros con nosotros mismos, es completamente inviable ganar el partido, porque el equipo contrario es muy superior a nosotros, porque el brillo de sus calvas nos desorienta y nos hace perder balones y porque nos falta lo mejor del equipo. Así que decidimos jugar a divertirnos y echar de menos a Franco en el postpartido a la hora de pedir la cuenta.
Nos unimos los que habemos y gritamos nuestro estandarte de guerra:
- ALCOHOOOOOOOLLLLLLL! (prohibido pegar carteles, responsable la empresa anunciadora)
El arbitro suelta el balón en el aire, los servocompresores mecánicos de la armadura de Diego resoplan, pero aun así, pierde el salto . Nos encestan, nos ponemos por primera y única vez por encima en el marcador ( 2+1 de Fran, que para lanzar el tiro libre se quita el sombrero negro y la toga ) y peloteamos hasta llegar al final del primer cuarto con un 7-19 que nos indica, erróneamente, por donde van a ir los tiros ( nunca mejor dicho).
El segundo cuarto es malo de cojones, ambos equipos nos proponemos fallar todo lo fallable, yo vuelvo a pisar el pie de un contrario al entrar a canasta y me termino de joder el tobillo de la semana pasada, me duele, pero como soy mas fatiga que el tío Gilito de guarda jurado en la fábrica de moneda y timbre, me callo como una servicial mujer liberal de 50 y la cama, no digo ni mu y juego todo lo que puedo- y lo que no puedo, también- terminamos con un 4-8 y (para los de letras) un total de 11-27.
en el tercer cuarto mejoramos en defensa, con un soberano tapón de Javi, pese a que se sienta en un bordillo y le cuelgan los pies, otro de Clemente que hunde al contrario en el suelo. En ataque lo hacemos mejor , repartiendo los puntos entre todos, con Kisco cascándose ( onomatopeyas everywhere ) dos triplazos desde siete metros y otros tres puntitos míos de una entrada- para variar- y un tirito libre, dos de Clemente mientras lee a Kafka y algo mas que cae en el aro. Hacemos un 13-15 y dejamos el tercer cuarto en un 24-42, mas abultado de lo que parece porque FARSOS no está haciendo un buen partido, pese a ser muy superiores fisicamente.
En el último cuarto empatamos a 8 puntos y sucede una jugada mítica de ahora en adelante que quedará para contar a nuestros nietos. Al lío.
Fran está en el banquillo, yo subo la bola como puedo- mal- y en un par de pases el balón llega a Kisco, que hace un amago y se dispone a entrar a canasta, suelta la bandeja y falla, pero coge el rebote, vuelve a lanzar y falla, aun así vuelve a coger el rebote, entonces tira... y falla, pero por el azar del destino, la pelota le vuelve a las manos como la farlopa a cualquier individuo de Las Vegas, como el dinero al político, como el dolor a Jose, entonces agarra el balón, salta mientra grita con rabia y...falla. El equipo contrario se mira, sorprendido, mientras Kisco vuelve a coger el rebote y falla, convirtiendo la jugada en un bucle infinito. Entonces un chico que estaba sentado en la mesa saca un monopoly y jugamos entre todos catorce partidas seguidas, mientras los de FARSOS se dedican a apostar en una timba de poker que se inicia en el banquillo , con cubatas y chicas rubias incluidas. Mientras, de reojo, controlamos a Kisco en su afan de fallar y coger rebotes y fallar y coger rebotes. Por ultimo, mientras el árbitro ya está terminando de afeitarse- tiene una comunión después del partido. Kisco vuelve a tirar y, por fin, vuelve a fallar y el balón llega al base del equipo contrario, que acababa de terminar su primera novela en un rollo de papel higienico del vestuario y con el bolígrafo que le había servido el anotador de la mesa...
Es la primera vez en mi vida que veo un jugador coger diecisiete rebotes ofensivos en el mismo cuarto y fallar las mismas canastas , por mis rilis. Aplaudan.
Dejamos el final en un 32-50, marcador que no sorprende en cuanto a puntuación, eran mas y mejores, pero que al menos no nos deja un mal sabor de boca, la liga se termina y no tenemos opciones de nada, salvo dejarla pasar y prepararnos para la siguiente. Rock and roll.
Pd: en el postpartido nos ponían gambas cada vez que pedimos una cerveza, a partir de ahora van a hacer el cocktel de marisco con galletas maría fontaneda. Me cuentan que Kisco dejó de saltar para coger el rebote sobre las nueve de la noche, momento que aprovechó para ver el madrid y luego ducharse. El psicólogo opina que en un par de semanas dejará de balbucear.
A mi me duele el tobillo. Mucho. Pero mas me tiene que doler para no acudir al partido del jueves.
Como el tío Gilito. Mierda de país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario